Este año la vuelta de las vacaciones de verano no ha sido tan atropellada como la del año anterior. Un partido a finales de septiembre siempre nos deja más margen para bajar kilos y acostumbrar nuestros cuerpos de nuevo a los golpes y el balón ovalado.
El rival para esta vuelta al cole iba a ser Arquitectura, nuevo para nosotros pero un clásico entre los equipos de rugby de Madrid con mucha experiencia en División de Honor entre sus filas. Entre las nuestras, algunas bajas de habituales en tres cuartos y delantera pero con gente suficiente para afrontar un partido así. Un encuentro que se preveía duro y a la vez divertido y que no decepcionó en ningún momento.
Desde el principio quedó claro que la tarde iba a ser una batalla campal entre delanteras. Nosotros atacamos con dureza y ellos supieron pararnos, tratando de darle la vuelta en los rucks y costándoles no pocos golpes de castigo. A esto hay que sumar muchos errores de manos que ralentizó el juego con constantes melés especialmente en la primera parte. Sin embargo, eso no evitó que ambos equipos sacaran partido de los errores contrarios. Así, entre scrum y scrum pudimos ver bonitas jugadas de tres cuartos de ambos equipos que caracoleaban para romper la línea y acercarse a posar en la zona de ensayo contraria. Arquitectura y Fuencarral se estuvieron persiguiendo en el marcador: 0-1, después 1-1, seguidamente 1-2, luego los Fuenkarkas subían otro ensayo para el 2 a 2. Los delanteros también reclamaban su espacio y con el balón a pocos metros de la línea de marca pudimos ver un ensayo de mol de los Arquitectos y otro ensayo de pick and go de los Fuenkarkas. Así hasta llegar al final de la primera parte con un 3-3 que dejaba buenas sensaciones en cuanto al juego pero que la sensación fue de una primera parte eterna.
Al descanso quisimos corregir algunos errores y tratar de jugar algo más a la mano pero puede ser que el cansancio o la falta de refuerzos en algunas posiciones hicieran mella en nuestro juego. Arquitectura supo aprovechar muy bien esta debilidad y aunque siguieron cometiendo golpes supieron sacar mucho más rédito de los nuestros. Los Fuenkarkas tratamos de jugar más los golpes a la touche viendo que la conexión de la tres cuartos no estaba bien engrasada pero al final el saque de banda siempre es una lotería y más en veteranos. Los de blanco echaron el resto y continuaron con su juego tanto en delantera como en tres cuartos. La férrea defensa de los de casa no pudieron evitar que Arquitectura rebasara hasta en dos ocasiones la línea de ensayo dejando el marcador en 3 ensayos a 5.
Independientemente del resultado, del que los Fuenkarkas deben estar muy orgullosos, hay que decir que fue un partido divertido donde pudimos ver buenas jugadas y que sirvió también para darnos cuenta de que el trabajo semanal es importante y también tiene su recompensa. Lo más importante por encima de todo es que no hubo lesionados graves, tan solo una fractura de muñeca de la que estamos seguros que nuestro querido Gárgamel se recuperará pronto para deleitarnos de nuevo con su juego de avispa.
Para rematar la fabulosa tarde de rugby veterano pudimos ofrecer a nuestros invitados un buen tercer tiempo (Tanto es así que se acabaron los tres barriles de cerveza que había) con unos buenos callos con garbanzos y además el partidazo del Mundial de Rugby entre Irlanda y Sudáfrica. Incluso algunos Arquitectos y Fuenkarkas acabaron la noche a altas horas de la madrugada pero eso no es motivo de esta crónica 😉.
¡Aupa Rugby Fuencarral!
