Vitoria, quizás la gran desconocida del País Vasco, nos aguardaba con los brazos abiertos para disputar un encuentro de lo más divertido y reñido contra un equipo que nos sorprendió en todos los aspectos dentro y fuera del campo.
Hasta ahora solo nos habíamos cruzado con ellos en el Torneo de seven playa de Santoña donde nosotros sufrimos de lo lindo y se nos vio que nos faltaba experiencia en playa. Por tanto, llegábamos a tierras vascas con mucho respeto y esperando un partido duro. La primera de las sorpresas nos la llevamos al saber que iban a jugar contra nosotros tres veteranas y dos jugadores de su equipo de integración, admirable iniciativa que desde aquí aplaudimos. La segunda, cuando supimos que nos iba a arbitrar un colegiado de División de Honor e internacional, por muchos conocido, todo un lujo porque hizo el partido mucho más limpio, divertido y memorable.
El partido comenzó tenso y con mucho juego de delantera que los visitantes se afanaron en parar una y otra vez. Eso sí, Gaztedi conservaba la bola, sin dejarnos pescar y trataba de abrir a su tres cuartos. Sin embargo, su línea era rápidamente cazada por los centros y tres cuartos de Fuencarral que hicieron un gran trabajo de placaje. Los Fuenkarkas supimos además dominar en las touches y ellos pateaban todos los golpes, con lo que el balón caía en manos de los madrileños con cierta frecuencia. En cuanto los Fuenkarkas tuvieron el balón en sus manos supieron aprovechar sus oportunidades golpeando dos o tres fases de delantera y abriendo rápidamente a la tres cuartos para penetrar por los huecos en defensa, subiendo hasta tres ensayos en la primera parte. Gaztedi no quiso bajar los brazos en ningún momento y aprovechó también un descuido en la línea Fuenkarka para subir su primer ensayo.
Para la segunda parte el planteamiento de los de Fuencarral no cambiaba, eso sí había que tratar de cometer algún que otro golpe menos y estar más callados, pues perdimos algunos metros por replicar al árbitro. Gaztedi no era capaz de sacar rentabilidad de su duro juego de delantera y además empezaban a acusar el cansancio de los primeros 30 minutos. A partir de ahí, Fuencarral jugó muchos minutos en campo contrario subiendo dos ensayos de delantera golpeando desde zona de 22 y otros 3 de tres cuartos superando las líneas de los vitorianos tanto por las alas como buscando el intervalo. Aún así los de casa fueron constantes y pacientes y pudieron subir un ensayo más al marcador cerrando el resultado final en un 10 a 40.
Como colofón a la divertidísima tarde de rugby veteranos, cabe destacar que los de Gaztedi nos trataron a cuerpo de rey en el tercer tiempo, que se produjo el preceptivo intercambio de presentes entre directiva y capitanes y que prometieron devolver la visita. La noche continuó hasta altas horas con ellos de cicerones por los garitos de la capital vasca con multitud de recuerdos y anécdotas que se quedan en la memoria de cada uno de los que allí estuvimos.