El deporte del rugby no solo promueve la actividad física como una forma de mejorar la vida de adultos, jóvenes y niños si no que también promueve toda una serie de valores que hacen que el jugador pueda desarrollarse en un contexto social y moral.
Esto permite que cualquier persona sin importar su género, edad o condición tenga cabida en la gran familia del rugby. No importa si es flaco, gordo, lento, rápido, si tiene 4 o 50 años de edad o cuál sea su orientación sexual. El rugby enseña disciplina y que el esfuerzo tiene su recompensa; que no importa cuántas veces te tumben si no a levantarte todas ellas y seguir hacia adelante; que la rivalidad acaba en el campo y que después los contrincantes pueden hablar y entenderse fuera del campo; y que hay que respetar a todos, especialmente a los que dirimen el juego. Todos estos valores, que defendemos a capa y espada, se resumen en:
- INTEGRIDAD: La integridad es parte fundamental del Rugby y se desarrolla mediante la honestidad y el juego limpio que tanto federaciones, como árbitros, clubes y los propios jugadores deben promover y respetar.
- PASIÓN: La gente del Rugby muestra un apasionado entusiasmo por este deporte. El Rugby genera entusiasmo, adhesión emocional y sentido de pertenencia a la Familia mundial del Rugby.
- SOLIDARIDAD: El Rugby proporciona un espíritu unido que se traduce en amistades que duran de por vida, camaradería, trabajo en equipo y lealtad. Todo ello trasciende las diferencias culturales, geográficas, políticas y religiosas.
- DISCIPLINA: La disciplina es una parte integral del Juego tanto dentro como fuera de la cancha y está reflejada en la adhesión a las Leyes, Regulaciones y valores centrales del Rugby.
- RESPETO: El respeto por los compañeros, oponentes, oficiales de partidos y aquellos involucrados en el Juego es esencial.
Puedes saber más sobre estos valores en la página oficial de inciación al rugby de la World Rugby Rugby Ready.