Llevábamos un par de meses sin jugar, la pandemia, el maldito bicho y el comprensible miedo a ser un foco de contagio habían anulado los dos encuentros programados en meses anteriores. Eso no nos había quitado las ganas de seguir entrenando y mejorando, ni las ganas de volver a jugar ¡por supuesto!
En realidad estábamos hambrientos, famélicos, de volver a disputar un partido porque, quieras que no, entrenar y jugar un tocata contra los mismos barbudos de siempre puede resultar tedioso (Menos mal que gozarla después en nuestra sede social siempre anima la cosa). Sea como fuere, allí nos dimos cita para jugar un triangular contra Tercio viejo de Majadahonda y los veteranos de RUN (Combinado de la Sierra Norte).
El primer partido se produciría con los majariegos que traían un potente combinado de veteranos. Rudos y con más guerra que Gila, dispuestos a luchar cada balón y a ponernos en apuros lo máximo posible. Nosotros, los de siempre, ávidos de rock and roll y nada dispuestos a ceder terreno. Eso sí, si echamos mano de la hemeroteca de anteriores crónicas hay una cosa que siempre parte en nuestra desventaja: la caraja Fuenkarka. Sin embargo, esta ocasión iba a ser distinta. Sea que salimos más serios, más concentrados, sea que había muchas ganas, el equipo de Fuencarral salió con todas las cartas sobre la mesa plantando un ensayo a los pocos minutos de empezar el partido. Esta primera embestida marco mucho el partido y dejó, quizás, un poco descolocados a los del Tercio Viejo. Con eso y con todo se planteó un partido de lo más duro en el que ambos equipos se tuvieron que emplear a fondo en la defensa. Probablemente Fuencarral atacó más y por eso hubo más tiempo en su campo que en el nuestro. Los gorditos supieron guardar la bola en la mayoría de las ocasiones y disputar la cuando había ocasión, de hecho algo de pesca nos llevamos a casa. Eso permitió a nuestra tres cuartos realizar las mil veces ensayadas jugadas. Otro punto a favor para los de casa el haber dominado las touches buena parte del encuentro que, a pesar de ser siempre una rifa en veteranos, en esta ocasión cayeron la mayoría de las veces de nuestro lado.
En todo caso, los contrarios no bajaron los brazos en ninguna fase del partido. Fueron duros en los contactos, disputaron los rucks, desplegaron su juego de tres cuartos y exprimeron su juego al máximo posible. La oportunidad más clara fue frustrada por los Fuenkarkas en la misma zona de ensayo, tras una escapada y un offload uno de sus tres cuartos alcanzó la línea de ensayo pero fue placado y no llegó a posar el balón con lo que los puntos no llegaron a subir al marcador.
No quedaría el marcador cerrado mientras el balón siguiera vivo y Fuencarral siguió atacando una y otra vez con fiereza, una de las cuales le costó una dura lesión a nuestro compañero Víctor al cual le mandamos todo el ánimo del mundo desde estas líneas. ¡Te esperamos en el campo en breve compañero! Los sucesivos ataques nos llevaron a ras de su línea de ensayo con los gordos golpeando sucesivamente y provocando un golpe de los majariegos. De ahí salió el ensayo por el ala que cerró el marcador 2-0.
Tras acabar este encuentro estaba previsto el choque con los de RUN pero sus líneas venían muy mermadas y finalmente se disputó un breve partido de un combinado Majadahonda-RUN contra Fuenkarkas. Este encuentro fue, desde la perspectiva de este plumilla, muy desigual y enseguida se vio que había más lagunas en defensa y ataque. Ello quizás por el combinado de jugadores, por la falta ya de fuerzas de los refuerzos que se sumaron a RUN o por vaya usted a saber. Los de casa seguimos con nuestro juego planteado hasta el momento pero en esta ocasión cayeron más de 5 ensayos para el combinado.
En resumen, una buena tarde de rugby que pudimos culminar con un gélido pero abundante tercer tiempo en una terraza cercana y que algunos incluso alargamos hasta la sede para celebrar el cumpleaños de nuestro entrenador/tres cuartos/mallitas Nico que nos deleitó con unos buenos cortes de carne y bebida a tutiplén.
¡Aupa Rugby Fuencarral!