Si hace 7 años le hubieran dicho a la decena de fundadores que haríamos un viaje a Tenerife para jugar un partido y disfrutar de sus Carnavales te hubieran llamado loco. Pues 35 locos demostraron que es posible y que los sueños se hacen realidad.
Así que allá volamos la locura personificada, algunos el jueves otros el viernes, para comenzar el fin de semana "en familia" en la playa de Abades que fue el único día que el tiempo nos respetó y pudimos bañarnos en las islas afortunadas. Todo ello aderezado con una estupenda barbacoa gracias a Manuel y su familia (amigos locales) que lo dispusieron todo para que no nos faltara de nada a los Fuenkarkas. Y es que no todo es rugby en este gran grupo que, como decíamos, cada vez es más un familia.
El día siguiente ya se levantó con un tiempo horrible que no nos abandonó en toda la jornada. Sin embargo, al rugby se juega hasta con buen tiempo. Desde luego iba a ser un partido farragoso porque la lluvia siempre es un mal aliado de los buenos pases y el rugby champagne pero eso nunca desanima a un jugador del oval. Los primeros minutos del partido sirvieron para tomar la medida bajo un chaparrón de agua de los que hacen historia, intentando abrir a la tres cuartos pero con muchos fallos de manos que ralentizaron el juego. Sin embargo, eso no evitó que Fuencarral se pusiera las pilas y diera su mejor versión en el campo con buenas percusiones y un juego de tres cuartos que permitió subir un ensayo al marcador de los visitantes. Hubo no pocos intentos de hacer esa diferencia aún mayor, sin embargo los fallos de manos nos llevaban constantemente a perder la posesión y volver a la defensa. Los de XV del Bastón aprovecharon sus ventajas y nos arrinconaron en nuestra zona de 22 lanzando a su delantera para subir el empate a 1 que cerraría la primera parte.
En la segunda parte no solo no arreció sino que la lluvia cayó aún con más fuerza. El partido se volvió aún más pesado y lento, a poco que salía un balón de un agrupamiento y trataba de volar al ala enseguida se deslizaba de las manos como si tratara uno de abrazar un pez del cercano Atlántico. En la touches hubo algo más de suerte y logramos robar algunas pero seguíamos sin tener el partido en nuestras manos. Tanto es así que los de La Laguna vieron el hueco y lograron ponerse por delante en una magnificada jugada de su tres cuartos. Los Fuenkarkas siguieron duro y a la manzana, ataques contundentes y poco a poco arrimándose a su zona de 22. Como los saques de banda habían sido un rifa, acabamos jugando varios golpes a la mano con los más gordos de todos, no una si no varias veces hasta que los gordos se arrimaron a la zona de ensayo y en un pick and go se subió el empate a 2 definitivo al marcador.
Una mención final al momento más especial que pudimos vivir de la mano de los jugadores del XV del Bastón que cuentan entre sus filas con un jugador con síndrome de Down y con el que disputamos 5 minutos finales de juego en los que él disfrutó con su pantalón rojo y pudo subir un ensayo contra los Fuenkarkas.
Tras lo deportivo, el momento de hermanamiento con los Laguneros que nos ofrecieron un tercer tiempo espectacular en su local bien servidos de comida y bebida con intercambio de presentes. Entre ellos un trofeo y un bastón que ya cuelgan de nuestra sede. Por nuestra parte, presentes aparte, les devolvimos el guante para una más que deseada visita a la península.
Ya como broche final, no podemos dejar de mencionar que golpeados pero con la tripa llena estos 35 locos allá que se fueron al centro de Santa Cruz de Tenerife para disfrutar de unos Carnavales que reunieron a más de 400.000 personas en el centro de la ciudad. En la foto de abajo veréis que no íbamos precisamente "discretitos".