Dentro de la religión rugbística jugar en Central es como ir a La Meca, o casi. Algo tiene, una mística de haber visto allí cientos de veces a la selección y sus vestuarios en vídeos que no se puede explicar.
Gracias a Cisneros algunos pudimos revivir ese sueño y otros cumplirlo. Este sábado nos invitaban a jugar un triangular con su equipo de veteranos y contra los veteranos de Alcalá. Equipos, ambos, con los que ya nos habíamos enfrentado anteriormente y con quienes siempre es un gustazo jugar. Todo ello en el campo B del Estadio Nacional Complutense (El Central) un día que comenzó con niebla, con un frío que calaba los huesos y también con un campo de hierba natural húmedo.
El primero de los partidos nos enfrentaba al anfitrión contra el que ya nos habíamos visto las caras en nuestro torneo y que siempre es rival difícil de batir. Ellos desde el principio sacaron su mejor juego con un juego de tres cuartos espectacular que en ocasiones llegó a descolocarnos. Entre eso y la caraja que nos caracteriza en los primeros compases de los partidos, tuvimos serias dificultades durante la primera parte. Prácticamente el partido se desarrolló en nuestro campo y fuimos incapaces de tomar la iniciativa. Lo que sí hicimos fue defender como auténticos leones. Por mucho empeño que Cisneros puso en traspasar la línea de defensa allí que había un Fuenkarka placando y/o pescando. Fue duro pararlos pero no lograron penetrar más que unas pocas veces en 22 y siempre llegaba alguien a frustrar el ensayo. Afortunadamente en la segunda parte despertamos y sacamos otro juego diferente. Conservamos mucho más el balón, organizamos nuestro juego y empezamos a aprovechar sus fallos para empujarlos a su campo. Ahí vimos a una delantera crecida que quería percutir y traspasar las líneas para ir rascando poco a metros pero también una tres cuartos mucho más centrada y con ideas que lograba colarse de vez en cuando para acercarnos a su línea de 22. Los tuvimos contra las cuerdas los últimos diez minutos del partido pero no hubo fortuna con el ensayo y cerramos el partido a cero pero con una sonrisa de oreja a oreja.
En el segundo partido fuimos espectadores del encuentro entre Cisneros y Alcalá. Los del Henares venían con hambre pero muy justos de jugadores y en seguida tuvieron que hacer cambios por lesión. Cisneros supo aprovechar los errores y en pocos minutos subió el primer ensayo jugando con su tres cuartos en un par de jugadas muy vistosas. Alcalá hizo un juego muy basado en su delantera y golpeando cerca del ruck, lo que le permitía conservar el balón pero que tampoco le daba muchas opciones a su tres cuartos. Nuevamente, en un par de errores Cisneros recuperó el balón y alejó el balón de la refriega para subir otro ensayo. Sin embargo los alcalaínos no se rindieron y siguieron golpeando con fuerza con su delantera empujando a Cisneros a su campo y logrando romper a los colegiales para subir un ensayo al marcador. El marcador cerraría con tres ensayos a uno después de que los de Cisneros aprovecharan nuevamente su superioridad por el ala.
Finalmente, cerramos el torneo contra Alcalá en un partido en el que se cambió buena parte de la alineación ya que acudimos una buena representación de Fuenkarkas a este partido. Comenzamos el encuentro despistados, sin encontrar muy bien nuestro juego ni nuestro sitio en el campo. Lo que sí hicimos fue defender como salvajes. Alcalá seguía repitiendo el esquema de golpear cerca del ruck y los gordos no dieron un paso atrás para contenerles. Les teníamos atrapados en la misma zona del campo y ellos se empeñaban en golpear una y otra vez sin resultados. En las ocasiones que lanzaban a su tres cuartos allí que había uno de Fuencarral para placar y detener su avance. Nuestra tres cuartos, por su parte, estuvo avispada y atenta para robar el balón hasta en un par de ocasiones en pases largos o bombeados rompiendo completamente la defensa de los del Henares y subir un así el primer ensayo al marcador. Con el descanso vinieron algunos cambios que enseguida nos pusieron las pilas. Alcalá no variaría mucho el guion pero Fuencarral sí que se encontró más suelto tanto en delantera como en tres cuartos acorralando a Alcalá en su campo. Placamos, percutimos y pescamos. Aprovechamos bien cada error de los rojillos conservando el balón y abriendo a la tres cuartos y desplegando el juego que nos gusta para subir hasta tres ensayos más que nos darían la victoria y el torneo.
Llenos de barro pero felices por el resultado en un campo tan significativo pudimos disfrutar de una merecida ducha. Después un buen tercer tiempo en el bar de Central viendo a los sub-23 de Cisneros y al equipo senior de División de Honor jugar contra VRAC en una maravillosa tarde en la que hasta salió el sol. ¿Qué mas se puede pedir? Rugby entre amigos y tarde soleada de diciembre. Toda una gozada.