Con el olor aún a playa y a chiringuito los Fuenkarkas tuvieron su estreno de temporada en el I Torneo San Isidro RC de Rugby Solidario. Como en el torneo hermano de Fuencarral, equipos veteranos de rugby se unieron en el campo de Tres Olivos por una causa solidaria.

Tres equipos fueron los invitados a esta magnífica iniciativa de San Isidro RC: Atlántico RC, unos tipos que se cruzaron medio océano atlántico para jugar al rugby; Tango XV, con los que tuvimos la suerte de jugar hace unos años en Valencia y que reúne a argentinos venidos de toda España; y este equipo de viejales que suscribe y que junto a San Isidro completamos la tabla de cruces en un sábado fantástico de sol y rugby.

El primer cruce del día se produjo entre San Isidro y Atlántico Rugby. Los locales enseguida supieron imponer su juego ante los de las islas, desplegaron su tres cuartos eficientemente y aunque Atlántico defendió con uñas y dientes su territorio no supo contener los ensayos de San Isidro.

A continuación nos llegó el turno a los Fuenkarkas que nos medimos contra un Tango en nada parecido al que conocimos en Valencia: un equipo muy ordenado, trabajador y silencioso que nos puso las cosas muy complicadas desde el minuto uno. Placaban rudo, desplegaban su línea con elegancia y supieron buscar los huecos entre nuestra desorganizada defensa. Seguramente nos olían las pantorrillas todavía demasiado a crema solar y pescaíto frito y eso sin duda nos pasó factura: encajamos tres ensayos de los Tango y no fuimos capaces de ensayar ni una sola vez en su línea de marca.

Decididos los primeros cruces, nos tocó jugar por el tercer y cuarto puesto contra los canarios que venían con ganas al partido. En el primer tiempo los de Fuencarral sufrimos con la dinámica de no agachar nuestros vetustos culos para placar y de una menor desorganización (pero desorganización al final y al cabo) que contra Tango. Había que darle la vuelta a la situación y unas breves consignas de nuestro Nico nos pusieron en nuestro sitio: placar bajo y limpiar los rucks de Atlánticos. Los gorditos enseguida se afanaron en la tarea de bulldozing y surgió su efecto: a más posesión y más limpia, más oportunidades para nuestra tres cuartos. Ya se dice eso de que los delanteros ganan los partidos y los tres cuartos deciden por cuánto :-P así que con más balones claros nuestros chicos de pelo engominado subieron tres ensayos al marcador y nosotros encajamos uno para tranquilidad de los de las islas.

Confirmada la tercera y cuarta plaza vino el turno de la final entre San Isidro y Tango. Los argentinos no dieron ni un respiro en todo el torneo y en la final no iba a ser menos. Pusieron contra las cuerdas a los anfitriones y marcaron 6 ensayos a 1, decidiendo así el resultado de la jornada.

Más allá de lo meramente deportivo lo importante fue que no hubo que lamentar graves lesiones, que nos divertimos y que todo además se hizo con un fin solidario para ayudar al proyecto de las Escuelas Wara Wara con lo que mejor colofón imposible. Bueno miento, el de poder compartir unas cervezas y un tercer tiempo multitudinario con los rivales fue también un colofón de lo más agradecido.