Parece que el maldito bicho nos va respetando para lo deportivo y podemos seguir con nuestro calendario mensual de partidos. Esta ocasión era en casa, en el campo de rugby de Tres Olivos, contra un combinado de equipos de la sierra (Soto del Real, Tres Cantos y Moralzarzal) más algunos jugadores de Visigordos. ¡Qué gusto tener a gente de tantos equipos en nuestro campo!

Para nosotros siempre es emocionante volver a la cancha y más en estos tiempos que corren pero también lo era en esta ocasión por ser un momento de transición y de adaptación a nuevas formas de juego. Así que había ciertos nervios pre partido, más de lo habitual... es posible que eso se viera reflejado en el desarrollo del partido, en otras ocasiones mucho más fluido.

Con la ayuda de los equipos visitantes pudimos dar nuestro sentido homenaje al Padre de Gon, tristemente fallecido ese mismo sábado... vaya desde aquí nuestro homenaje y ánimo a él también que pronto nos acompañará en los campos. Un minuto de silencio y vuelta a tener la cabeza en el campo, en el partido.

Los de la Sierra venían bien pertrechados de jugadores y cambios, los Fuenkarkas también. Así que el aspecto físico daría un poco más de sí en este partido. Lo que no se daría tan bien esta vez es la técnica, quién sabe si por los nervios o por otras circunstancias pero los locales tendríamos las manos de gelatina durante buena parte del partido. Eso haría que el partido fluyese a medias, mucho parones para melés o golpes en contra, fases muy cortas y poca continuidad durante buena parte del primer tiempo. Claro, ahí los gorditos tuvieron que sacar su oficio y percutir a base de bien y también defender a base de bien para evitar que los visitantes se acercaran a nuestra zona de ensayo. Porque lo intentaron, vaya si lo intentaron, en múltiples ocasiones, pero no les dimos la oportunidad de acercarse lo suficiente para posar el balón.

A pesar de ese juego lento y farragoso, poco a poco salieron las buenas maneras y las rutinas. En cuanto el sistema de juego se fue asentando, nuestros medios nos pusieron en juego por todos los flancos: esos gorditos rompiendo la delantera de los de la Sierra para ponerles en jaque, tremendas jugadas de escapada por el centro y por las alas, ¡Hasta las touches salían bien!. Un gran despliego que nos permitió llegar hasta en 6 ocasiones a la zona de ensayo durante los tres tiempos que jugamos.

No obstante, no vimos flaquear en ningún momento a los de RUN. Ellos tenían más dificultades para llegar hasta nuestra zona pero, con todo, nos tuvieron unas cuantas ocasiones arrinconados y con peligro. Defendieron como jabatos y también como señores, sin marrullerías ni malas artes, supieron levantarse una y otra vez contra nuestros ataques pero el ensayo no llegó.

Con el final de los tres tiempos de 20 minutos nos dimos cuenta de lo mucho que habíamos disfrutado del partido gracias a nuestros compañeros y también a nuestros rivales que cumplieron esa máxima de un deporte de bestias jugado por caballeros. Gracias a ellos y a todos pudimos disfrutar de un magnífico día de rugby.