Menudo día de rugby, menudo ambientazo y menudo tiempo para disfurtar de nuestro amado deporte y compartir nuevamente campo y anécdotas con los amigos y también con los compañeros de la Sierra.
¿Quién nos iba a decir que este mes de febrero nos regalaría un día primaveral para jugar al rugby y volverse a enfundar la faja, las botas de rugby y la camiseta de rugby? Pero así fue, el campo de rugby de la Autónoma nos vio aparecer tan joviales como cuando muchos de nosotros pisábamos las aulas (las cafeterías más bien) de nuestras facultades. Tan solo un poquito más viejos pero con el espíritu intacto. Además, jugábamos en "casa" que lo viene siendo mientras se adjudique el uso del campo de rugby de Tres Olivos.
Enfrente teníamos a los amigos de Sotosaurios, con los que ya hemos coincidido anteriormente en los campos. Por nuestro lado, convocatoria masiva, quizás demasiado masiva y es que el club va ganando en jugadores, adeptos y "pegados" con lo que algunos se plantean hacer un equipo de veteranos B o abrir sección de petanca para los más cascaditos. El caso, es que allá que nos metimos a los vestuarios, nos untamos bien de Radio-salil y mejunjes varios y saltamos al campo con ganas de darlo todo.
Los primeros minutos del partido apuntaban maneras, jugábamos a lo que queríamos y teníamos el balón en movimiento hacia nuestra tres cuartos. Sin embargo, nos vinimos muy arriba, queríamos ser los All Blacks de la noche a la mañana y la rifa de balones acabó como solo pueden acabar esas cosas, en desastre. Perdimos demasiadas ocasiones de plantar el balón por no asegurar la pelota y eso que al final algún que otro ensayo cayó en la primera parte. Sin embargo, Soto no quería desaprovechar la oportunidad de tanta cagada de los de naranja y supo hacerlo con valentía, haciendo trabajar a sus delanteros y a su tres cuartos que traspasaba la desorganizada línea de defensa local. No estaba todo perdido, Fuencarral ensayaba pero después Soto le pisaba los talones y así buena parte del partido.
Quizás tanto cambio por nuestra parte hizo que no hubiera un juego claro o quizás es que no teníamos el mejor día pero el caso es que hubo buenas ocasiones por ambos lados y un fiero juego de delanteras por ambas partes: Touches disputadas, Mauls frenados en seco por los de Fuencarral y rucks limpiados con fiereza. Sin embargo, esta vez el marcador estuvo a favor de los de Fuencarral que, a pesar, de la desorganización de algunos momentos del juego no cedió el partido y acabó alzándose con un 20 a 15 dejando un sabor un tanto extraño de poder haberlo hecho mejor.
Tras la batalla, ambas escuadras compartieron partido de 6 Naciones, cerveza y piscolabis junto con alguna tonada rugbística y un cumpleañoñs feliz a nuestro presidente. Día perfecto sin duda que hay que agradecer a todos los participantes que hicieron de este un día especial (y sin lesiones graves).