"Caló" no, lo siguiente... hacía este sábado 1 de junio a las 16:30 en la capital pero allá que se fueron más de 40 tarados (de un lado y de otro) para disputar un amistoso entre veteranos de rugby. Y es que ni el frío ni el calor, ni siquiera la final de la Champions League, puede parar estas locuras.
Segunda vez que se veían las caras los veteranos de rugby de Hortaleza y Fuencarral este año pero esta vez los locales eran ellos (aunque ambas veces jugáramos en el mismo campo). Sin embargo, aunque habían pasado tan solo 4 meses, se notaba que los de Fuencarral se van sintiendo cada vez más a gusto después de más de un año jugando juntos, entrenando juntos, perdiendo juntos y ganando juntos. Ya somos un núcleo fuerte de jugadores que disfruta el uno al lado del otro y eso se va notando. Sobre todo en lo mucho que nos divertimos en el campo, sea cual sea el resultado.
Así saltaban al campo esos veteranos valientes, sin temer una lipotimia o un vahído, porque si a partir de los 35 sigues jugando a esto es que ya no le temes a la muerte. Releyendo la crónica del encuentro anterior casi podría pensarse que disputamos el mismo partido. Rugby Fuencarral comenzó el partido con mucha garra, jugando buena parte de la primera parte en el campo de los locales. Avanzábamos metros, conservábamos el balón, teníamos bien desplegada a la línea que movía el balón con soltura y mucho arte. Sin embargo, el ensayo se nos resistió en esa primera parte. Los de Hortaleza estuvieron más listos y supieron robarnos el oval antes de cruzar la línea de ensayo o bien los errores nos quitaban la posesión.
Sin embargo, el ataque de los de Fuencarral no cejó en la segunda parte. Nuestros delanteros golpeaban una y otra vez para mermar las defensas de Hortaleza y la línea sacaba los balones para sobrepasar a su tres cuartos. En una de esas, pusimos contra las cuerdas la defensa de Hortaleza e inaugurábamos el marcador plantando el balón en la línea de ensayo no sin poco esfuerzo. La cosa pintaba bien.
Hacía mucho mucho calor y había que andar parando a refrescarse para evitar el desmayo. A la vuelta de una de esas, Hortaleza revirtió el juego despistando a la defensa de Fuencarral que se veía sorprendida por el ataque de los locales y la escapada para ensayo. Aún así Fuencarral no bajaba los brazos en la segunda parte y seguía atacando para tratar de buscar el hueco, pero ellos nos defendían muy bien.
Por desgracia y como nos sucedió la última vez que nos encontramos, fue el tercer tiempo el que nos mató. No sabemos si por cansancio, por falta de pulmones o por falta de cambios, el caso es que en esos 20 minutos Hortaleza nos superó con creces, descolocó toda nuestra defensa y nuestro juego para plantar hasta en dos ocasiones el balón en nuestra zona de ensayo.
En todo caso, fue un magnífico partido en el que reinó el juego limpio y la deportividad entre dos equipos vecinos que se llevan a las mil maravillas y que seguro se volverán a enfrentar en lo venidero. También pudimos disfrutar después de unas cervezas y comentar las jugadas ya más relajados y a la sombra (que buena falta nos hacía). Como no podía ser de otra forma, Rugby Fuencarral siguió celebrando y acudimos como buen equipo que somos a las fiestas de Las Tablas, uno de nuestros barrios, para disfrutar junto con nuestros vecinos del fin de semana y de la música. Un fin de fiesta perfecto.