Fuimos como meros convidados al día grande de los Agrónomos, que como suele ser tradición en la Universidad, se juntan cada año para jugar los que antaño jugaron con los que ahora juegan defendiendo los mismos colores. Unos lo llaman el partido de veteranos, otros el viejas glorias...
Rugby entre viejas y nuevas generaciones al fin y al cabo y todo en casa Majadahonda que también ponía a sus veteranos sobre el césped para cerrar un día que apuntaba diversión a raudales. Y allá que fuimos la plantilla de Rugby fuencarral, con ganas de resarcirnos de nuestro último partido en Cáceres donde unos cuantos de Majadahonda precisamente se habían unidos a nuestra filas. Eso sí, este día estábamos todos y ya nos vamos conociendo, vamos encajando, intuimos ya algunos gestos del compañero y eso nos va haciendo más equipo y mejor.
Para el primer partido teníamos enfrente a los de Majadahonda, equipo muy serio, con gran experiencia, muchos de cuyos miembros arrastran años en División de Honor e incluso alguno de ellos con la absoluta (y ahora con los Iberian Classics). Por nuestra parte, el pack cada vez más consolidado de delantera y tres cuartos que lleva todo el año defendiendo los colores naranjas de Rugby Fuencarral, con puestos cada vez más definidos y sumando también distintas experiencias.
Las premisas estaban claras, los delanteros íbamos a jugar a asegurar balones para después relanzar a la línea lo más rápidamente posible. Porque sabemos que tenemos que empezar a inventar como equipo y a defender como equipo. Desde luego, ímpetu y juego no faltó, tuvimos buena parte del partido a Majadahonda en su campo, les ganábamos metros, movíamos nuestra línea, relanzábamos con furia a nuestros delanteros cuando era necesario y también defendíamos cuando la cosa se volvía en contra. Quizás no fue suficiente pero fue efectivo la mayor parte del encuentro. Sin embargo, los majariegos tenían muchos recursos y mucha experiencia y en una de sus fases de ataque lograron superarnos por el ala y plantar el balón casi bajo palos.
Eso, desde luego, no iba a cerrar el partido. Los de Fuencarral empujamos como leones tras su ensayo y nos fuimos acercando a su zona de ensayo golpeando una y otra vez con la delantera y moviendo el balón con estilo entre la línea. El ensayo llegaría de la mano de Poli que aprovechaba los continúos embates de los de Fuencarral para ensayar casi sobre la línea. Ya no quedaría mucho para cumplir el tiempo de partido pero, como era un campeonato y necesitábamos un ganador, el tiempo se alargó lo necesario hasta poder marcar el ensayo de oro que decidiría quién pasaba a la final. Y fue Majadahonda la que acabó llevándose el gato al agua. Tras una lucha encarnizada de acercamientos por ambos bandos a la zona de ensayo contraia, finalmente los majariegos plantaron el balón logrando así el 10-5 definitivo.
Tocaba descandar y ver la lucha "fratricida" entre Agrónomos. A pesar del coraje plantado sobre el campo por los viejos de Agrónomos y de los resultados históricos (los viejos nunca o casi nunca habían perdido contra los chavales) en esta ocasión fueron los más imberbes los que se llevaron el partido planteando una final entre Majadahonda vs Agrónomos novatos y un tercer y cuarto puesto entre Fuencarral vs Agrónomos veteranos.
Primero se dilucidó el tercer y cuarto puesto y allá que nos tocaba saltar de nuevo al campo. Estábamos cansados pero aún nos quedaban energías y planteamos un partido mucho más cohesionado si cabe en defensa conscientes de este factor cansancio. No íbamos a escaparnos solos ni a subir como locos a defender dejando huecos en nuestra defensa: mejor juntitos y ordenados. Quizás fue este factor y el cansancio también de Agrónomos veteranos que jugaban dos partidos seguidos junto a su rabia de haber perdido un histórico lo que decantó la balanza a nuestro favor. No obstante, los veteranos de Agrónomos lucharon con uñas y dientes cada metro del encuentro. Querían el balón a toda costa y eso les hizo cometer muchos golpes. Un factor que aprovechamos para hacer lo que casi nunca habiamos hecho, jugar más a la mano e incluso patear a touch a pesar de no contar con más ventaja que la de realizar el lanzamiento. Así, vinieron los dos ensayos de Fuencarral definidos por la línea de tres cuartos que en esta ocasión se vino arriba: uno a manos de Gon y el otro a manos de Cachorro. Los veteranos de Agrónomos, sin embargo, no fueron capaces de cruzar nuestra línea de ensayo y Fuencarral se llevó el encuentro.
Para terminar, los de Majadahonda se enfrentaron a los jóvenes de agrónomos que, a pesar de todo, supieron dominar el encuentro y poner a los de casa contra las cuerdas para lograr el primer puesto del campeonato. En definitiva un entretenidísimo día de rugby que juntó generaciones de jugadores de rugby con un objetivo común: la diversión sobre el césped. Si con eso no fuera suficiente, también tuvimos diversión sobre la jarra y sobre el plato. Disfrutamos de un tercer tiempo de esos que dejan huella: cerveza a tutiplen, fideuá y pollos asados a la leña en ese espectacular chalé-finca que tanta envidia nos levantó a todos los no pertenecientes al club de Majadahonda y que hasta nos hizo soñar. Después, al correr de la cerveza, vinieron los cánticos rugbísticos a manos de experimentadas y no tan experimentadas gargantas para sacar a la palestra también al talonador y al capitán de los agrónomos jóvenes (no tan versados en canciones tradicionales de rugby). Un fin de fiesta también memorable. Y es, que entre amigos, todo se celebra mejor.
¡Aupa el rugby y aupa Rugby Fuencarral!