Invitados por C.A.R. Cáceres y sus veteranos los CARROZAS, nos fuimos como en esas excursiones de curas en las que más de uno participó de chico. No diríamos cantando lo de "conductor de primera" porque no fuimos en autobús pero casi casi. Buen rollo y ambiente seguro que sí.
Así partimos el sábado desde Madrid, temprano no, tempranísimo... con alguno que volvía cantando las mañanitas nos cruzamos pero no importaba: rugby y diversión nos esperaban a 300 kilómetros. No sin anécdotas, alguno olvidó poner el despertador, no lo puso deliveradamente para pasar unas horas más con Efebo o es que quizás no confesó que la noche anterior la había pasado viendo una maratón de "Se ha escrito un crimen" hasta las tantas. Así que esos salieron bien tarde.
Llegábamos mentalizados de saltar al campo a morder cuellos (a pesar del sueño) pero resultó que el campeonato no empezaba hasta pasadas un par de horas con lo que nuestro ímpetu guerrero se aplacó y la barra de cerveza estaba abierta, así que ¿qué hace un grupo de jugadores de rugby en los tiempos muertos? descansar, descansar... mal pensados pero hidratarse también jeje.
Así, tras cambiarnos, participar en el sentido homenaje al fundador del equipo de Cáceres y a un compañero recientemente perdido y realizar el intercambio de recuerdos y trofeos (Que en este campeonato se hace al inicio), pudimos asistir al primer partido entre Cáceres y Sanchos (veteranos de Quijote), muy reñido y a favor de los locales.
Nuestro turno vendría 40 minutos con la inestimable ayuda de un grupillo de veteranos de Majadahonda contra los cacereños. Éstos supieron cogernos la medida desde el principio. Nosotros estábamos faltos de tres cuartos con lo que delanteros flaquitos tuvieron que jugar en posiciones inexploradas hasta el momento. Ellos se tenían muy vistos, oídos y jugados con lo que sabían mover el balón con eficacia y casi sin mirar hacia un lado. Y ocurrió lo que tenía que ocurrir: comenzamos a encajar ensayos como churros, sin saber defender en línea, sin saber imponer nuestro propio juego. Tan solo en algunos momentos tuvimos la oportunidad de tener el balón en las manos y hacer juego de delanteros. Esto nos brindó la oportunidad de anotar algún ensayo tras mucho esfuerzo, mucho golpear y derrochando fuerzas. Fuerzas que ya andaban mermadas tras el continuo movimiento de balón al que nos había sometido Cáceres.
Acto seguido vino el segundo partido contra Sanchos que venían frescos tras descansar en el partido anterior y nosotros totalmente machacados tras el partido de Cáceres. No fue tan abultado el marcador pero tampoco fuimos capaces de dar la cara como merecía la ocasión. Estábamos desorganizados, quizás un poco menos porque contamos con algún refuerzo de Cáceres, pero tampoco supimos jugar a nada concreto y los Sanchos sí. En resumen, ninguna victoria aunque sí muchos nuevos amigos :-)
En todo caso, aunque en lo deportivo no estuvimos a la altura en esta ocasión, en lo extradeportivo no decepcionamos en esta ocasión. Disfrutamos de lo lindo del tercer tiempo ofrecido por los de Cáceres y dimos buena cuenta de la cerveza y la barbacoa para asistir, a su vez, a la final de la Copa de Extremadura que dio por vencedores al C.A.R. Cáceres con una victoria sobre los Gladiadores de Mérida. También pudimos disfrutar, ya echada la noche de la gastronomía Cacereña, el ambiente en la ciudad y la noche que a más de uno confunde. Un fin de fiesta perfecto para un fin de semana memorable. ¡Aupa Rugby Fuencarral!